martes, 26 de octubre de 2010

Dale que estamos en Barcelona


"Reíte hija de puta, pero si volvés a filmar con ese judío pederasta te hago una traqueotomía con un tramontina oxidado"

Los personajes de Woody Allen son cultísimos. Pintan como Miró o Pollock, leen a Bretch o a Heidegger, se pasan discos de Webern y de Kodály, sacan fotografías en blanco y negro, discuten sobre procesualismo, y vaya a saber uno todo lo que hacen cuando no los están filmando. Eso está bastante bien, lo que resulta un verdadero insulto a la inteligencia es que personajes interpretados por Scarlett Johansson o Jonathan Rhys Meyers lo hagan.

En su última película, Allen vuelve a insultarnos, pero esta vez con más saña. A ese universo en el que el kiosquero te recomienda la mejor versión de La Flauta Mágica jamás grabada, se le añade otro: el de Pedro Almodóvar. A esto le sumamos requechos malolientes de Closer y cartón lleno, no hay que pensarlo mucho… Allen + Almodóvar + Closer = Bosta. Si un híbrido tiene más posibilidad de ser vomitivo que cualquier otro producto, éste tiene la arcada asegurada.

Vicky Cristina Barcelona es una de esas películas donde los personajes ríen, pasean, cogen, se enchastran con pintura, revelan fotos, se encuentran a sí mismos y uno se pregunta en qué parte del cuerpo les dispararía.

El argumento es el siguiente: gallego de moda propone trío a dos yanquis lindas y pelotudas para poder olvidarse de una ex suicida (una gallega pelotuda) lo que deviene en un sinfín de desopilantes espisodios. Perdón, eso último no.

Mal actuada, horrendamente musicalizada y filmada de taquito, este Bodrio (sí, así, con mayúsculas) se queda en las meras promesas. Resulta una picana en los huevos que en una película con una premisa explícitamente sexual tengamos que soportar los gritos de Penélope Cruz sin poder verle sus tetas, cuando parece no tener ningún problema en mostrarlas cada vez que le asoman un cheque. Y eso no es nada. Allen arruina el único momento que parecía ser medianamente interesante: la pareja de una de las yanquis pelotudas comienza a contar un chiste, escuchamos gran parte del mismo… salvo el remate. Oh, delirios del cine arte.
Es tan artístico este sorete que no pertenece a ningún género. No es comedia porque no causa gracia. No es drama porque lo que “les pasa” a los personajes nos importa tanto como el precio de los plaguicidas. No es erótica porque no vemos un mísero pezón ni una puta raja de culo.

Vicky Cristina Barcelona
(título estúpido si los hay) es un bodoque fecal cuya única finalidad en el mundo parece ser ocupar una estantería más en el videoclub. O quizás sirva para confirmar nuestras peores sospechas: que las minas que están buenas no saben actuar y que un ménage à trois puede ser aburridísimo. O para que tengan tema de conversación esos pelotudos intergalácticos con zapatillas amarillas en bares donde hay cubos blancos en lugar de sillas.


Próximo proyecto de Woody Allen: Una ameba retraída descubre que tiene un talento innato para tocar el fagot pero su familia se opone a su sueño de pertenecer a la Sinfónica de Londres. Con las voces de Jeff Goldblum y Asia Argento.



El Siestero de Rafaela, 8 de Marzo de 2009

8 comentarios:

  1. Che, este post me encanta.
    "Es tan artístico este sorete que no pertenece a ningún género".
    Y el "próximo proyecto de Woody Allen": genial.
    Beso.

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  2. Yo lo banco a Woody, ex alumno. Peor sería que me gustase Braveheart... o no?

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  3. Marchuli: No se puede hacer mil cosas en la vida y encima tener buen gusto cinematográfico... ¿No?

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  4. ¿Usted dice que ser un veredista bolichero, veredista catador de vinos y de damas extranjeras no aportan al arte de la apreciación cinematográfica? ¿¿Hmmm??...

    Cierto, tiene razón...

    ¡¡¡Pero eso va en detrimento de la ventaja competitiva de la que se precie cualquier videoclub!!!

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  5. ¡Usted es una pilla Marchulis! ¡Pobre hombre-que-hizo-todos-los-cursos-posibles-habidos-y-por-haber!

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  6. Y todo eso gracias a las sustancias químicas... Un hombre común y corriente no llega a desarrollar tanto su ....erm... conocimiento del mundo así como así...

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  7. No se hable más. Haga un blog sobre el tipo.

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  8. Imposible, ex-alumno... Necesitaría dejar de leer el suyo. Y eso sí que no me lo perdonaría...
    Buenas noches, queridísimo.

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